Descripción

Atrévete a vivir uno de los recorridos más coloridos y enriquecedores de la Ciudad de México! Esta experiencia inmersiva combina arte, historia y tradición, llevando a los viajeros por el emblemático Museo Frida Kahlo, los majestuosos murales de la UNAM, el encanto colonial de Coyoacán y los vibrantes canales de Xochimilco, conocido como el Lugar de las Flores.

El viaje comienza en Coyoacán, cuyo nombre en náhuatl significa lugar de los coyotes. Un guía local comparte los orígenes y el significado cultural de este barrio histórico, que en su día fue hogar de artistas, revolucionarios e intelectuales. Se dispone de tiempo para pasear por sus calles empedradas y, para aquellos que lo deseen, disfrutar de un desayuno ligero (no incluido).

Para aquellos que elijan la opción del museo, la siguiente parada es el Museo Frida Kahlo, también conocido como La Casa Azul. Esta casa de color azul cobalto, donde Frida nació y más tarde falleció, ofrece una visión profundamente personal de su vida y su obra. El museo exhibe sus obras de arte, arte popular, artefactos prehispánicos y objetos personales que reflejan su visión única y su legado perdurable.

El recorrido continúa hacia Ciudad Universitaria, el campus principal de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, el campus alberga más de 110 murales, entre los que se encuentran obras maestras de Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros. El guía ofrece información sobre el simbolismo y el contexto histórico de estas obras monumentales.

A continuación, la experiencia se dirige a Xochimilco, uno de los lugares favoritos de Frida y un vestigio vivo del México antiguo. Al llegar, se hace una parada en un restaurante local para disfrutar de un almuerzo tradicional mexicano, incluido solo para aquellos que hayan seleccionado la opción de almuerzo. El día concluye con un paseo en trajinera, una colorida embarcación tipo góndola que se desliza por los antiguos canales de Xochimilco. Rodeados de jardines flotantes, música festiva y un paisaje vibrante, esta última actividad ofrece una alegre celebración del patrimonio vivo de México.