Descripción

Le sorprenderán las formaciones rocosas de estas cuevas y la atmósfera mística que se respira en su interior.
La Gruta del Manto Sagrado se encuentra en el poblado de Huayna Cápac, a 25 km. de Tingo María, en el distrito de Castillo Grande.
En las profundidades de esta misteriosa gruta, fluyen aguas cristalinas que forman pozas, mantos y cascadas subterráneas (su profundidad es desconocida y es mencionada por los mejores libros alemanes de Espeleología). En su interior, a unos 300 metros, encontramos una gran sala con caprichosas formaciones de estalactitas y estalagmitas y, unos 600 metros más adentro de la cueva, está la cascada El Manto Sagrado. Asimismo, para llegar a la piscina subterránea tendrán que detenerse en unos toboganes subterráneos.
Esta gruta es apta para los amantes de la aventura extrema y la espeleología. Cuando se encuentre en las profundidades de la cueva, sentirá la sensación de viajar al centro de la tierra.

ITINERARIO
Salida de Tingo María a las 8.30 h. hacia la zona del Parque Nacional de Tingo María.
En primer lugar, nos dirigimos a la Cueva de las Lechuzas, una magnífica gruta situada a los pies del cerro de la Bella Durmiente con presencia de estalactitas y estalagmitas, donde conviven loros, cotorras, golondrinas, murciélagos y guácharos.
A continuación, si el río Monzón está en buenas condiciones, podemos dar un paseo en lancha.
Posteriormente, desembarcaremos al otro lado del río para visitar el manantial Aguas Sulfurosas, que posee propiedades medicinales debido a su alta concentración de azufre.
Asimismo, en la ruta haremos una parada en el Mirador Jacintillo para apreciar la ciudad de Tingo María y la unión de los ríos Huallaga y Monzón.
Por la tarde, nos dirigimos al caserío de Puente Pérez, luego por un camino transitable continuamos hacia la parte alta, la zona de control. Posteriormente, emprendemos una caminata hasta las Cascadas de Santa Carmen, donde se puede disfrutar del paisaje y darse unos deliciosos chapuzones en sus piscinas naturales de refrescantes y cristalinas aguas.
De regreso a Tingo María, nos dirigimos al Mirador de la Cruz.
Estando en este punto, podemos ver la ciudad en el horizonte y la silueta de una mujer recostada sobre la montaña conocida como La Bella Durmiente (Opcional).